Cada oficio tiene buenos profesionales y otros que repelen. Y como en botica, hay abogados y abogados. Entre los que se pasaron al lado oscuro o siempre pertenecieron a él, hay dos que serán juzgados el próximo mes por estafa. Vieron una oportunidad y supuestamente se aprovecharon de una pareja sevillana con minusvalía psíquica, a los que presuntamente obligaron a firmar papeles en blanco para luego apropiarse de su humilde casa. Una de las víctimas firmó con el dedo al no saber leer ni escribir, y cuando preguntó por qué necesitaban tantos papeles firmados en blanco, la respuesta fue lacónica: "Para mandárselos al juez".
Los letrados pertenecen a una firma denunciada en otras ocasiones
La Fiscalía de Sevilla pide por la estafa seis años de cárcel para los dos abogados, Jordi Río Puigjermanal y Rosa María Monserrat, y para la empresaria y madre del letrado, Ana María Puigjermanal, en el juicio que celebrará la Audiencia Provincial.
El matrimonio formado por Carmen J., con una minusvalía psíquica del 67%, y su pareja Juan M., que padece un 41% de minusvalía psíquica y las mismas dificultades de comprensión, tenía en 2005 unos hijos menores en situación de abandono y tutelados por la Junta. Para intentar recuperarlos, acudieron desesperados al bufete de abogados que la franquicia Río Asociados tenía en Sevilla.
Los letrados les dijeron que para pagar sus honorarios necesitaban que Carmen les vendiera la casa que poseía junto a su hermana Josefa J., que padece una minusvalía del 76% "con importante merma de la capacidad cognitiva", subraya el fiscal en su escrito de acusación. Con el señuelo de que para recuperar la custodia de sus hijos necesitaban una vivienda en mejores condiciones, los letrados les ofrecieron comprar otra finca y abrir una cuenta para domiciliar pagos.
Las hermanas acudieron a la notaría y vendieron la casa seducidas por la posibilidad de que Carmen volviera a criar a sus hijos y además acceder a una vivienda con mejores condiciones. "No percibieron ningún dinero y no consta que se efectuaran gestiones en orden a la realización del encargo profesional", denuncia el fiscal. Es decir, los abogados se apropiaron de la casa pero no movieron un solo papel ante la Administración para que la pareja recuperara a los menores. El ministerio público solicita, además de los seis años de prisión, una indemnización para la pareja estafada de 50.000 euros y una multa de 54.000 euros.
Los métodos de la familia Puigjermanal ya fueron denunciados en 2008 por un ciudadano marroquí que perdió su casa de Barcelona a través de una presunta estafa realizada con la misma sociedad que habían usado con el matrimonio sevillano: Rol By Home. La víctima, Mouhssin el Metai, relató a la juez que aún instruye el caso que Río Asociados le hizo creer que le concedía un préstamo personal de 40.000 euros, cuando en realidad lo que firmó fue la venta de su vivienda. A continuación, Rol By Home, que comparte el domicilio social con Río Asociados, demandó al marroquí e intentó desahuciarlo. Mientras, otra víctima ha denunciado a la firma, una denuncia que instruye el Juzgado de Instrucción 8 de Sevilla.
Los Puigjermanal levantaron la franquicia Río Asociados y su fórmula, en la línea de otras franquicias como Legalitas, llegó a contar con 150 oficinas en todo el país, sucursales que fueron desapareciendo poco a poco a medida que sus métodos de trabajo quedaron al descubierto. "La franquicia es humo. La gente piensa que va a ganar dinero a espuertas y no es así", recuerdan fuentes del caso. Las víctimas que sufrieron el engaño de Río Asociados incluso formaron una asociación de afectados.
La compañía tenía un servicio de atención al cliente en Barcelona y ofrecía a las sucursales unas condiciones ventajosas para la firma, como un pago de 80.000 euros solo por la apertura de cada sucursal; estas tenían que pagar la mitad de las facturas que se giran a los clientes y el 10% como canon, publicidad general y 3.500 euros en concepto de publicidad especial. Abogados jóvenes eran reclutados a cambio de un sueldo mísero de 900 euros. Los letrados denunciaron el "trato despótico y degradante" de Jorge Río y Ana Puigjermanal. Si la madre del clan tenía a su nombre 11 sociedades, su hijo Jordi llegó a contar con 46 firmas en el Registro Mercantil.
Fuente: elpais.com
Fuente: elpais.com
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